Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2020

¿Cómo dar una clase efectiva a niños de la escuela bíblica?

Imagen
Retos de un docente   Muchas veces como maestros de niños en escuela bíblica tratamos de hacer las clases con excelencia,  sin embargo  nos enfrentamos ante distintos retos, tales como:  ¿Cómo hacer para que el alumno aprenda?, ¿Qué técnicas puedo utilizar para que el niño preste atención?, ¿Cómo hacer para no tornar la clase monótona?, entre otras dudas. A continuación te mostraremos unas recomendaciones, herramientas y técnicas que puedes implementar en tu clase: I.  Recomendaciones :  A menudo los niños son inquietos y distraídos lo que se nos dificulta tener una clase efectiva. He aquí algunas recomendaciones: Cuando estés dando la clase siempre has preguntas sobre la misma, así tendrás a tus alumnos atentos. Cuando un alumno quiera participar hay que escucharlo siempre y cuando trate sobre la clase, recuerda la participación es importante en tus alumnos para que puedan desenvolverse socialmente. Para evitar desordenes o acciones similares en clase ret

La humillación

Imagen
Tema: La Humillación Versículo:  Humillaos delante del Señor y él os exaltará. -Santiago 4:10 Introducción ¿Qué es la humillación? Ha continuación dos definiciones: 1. Inclinar o doblar una parte del cuerpo, como la cabeza o la rodilla, especialmente en señal de sumisión y acatamiento. (Diccionario RAE) 2.  Abatir el orgullo y altivez (Diccionario RAE) La humillación consiste en que todo hombre debe someterse a sus autoridades sin cuestionar, al someternos a Dios estamos dando a conocer la condición nuestra, el lugar de Dios como Rey y nosotros sus siervos en total dependencia de Él.   Todo siervo inclina su cabeza a su amo en señal de sumisión y respeto por eso es de suma importancia que cuando tú decidas buscar el rostro de Dios, inclines tu rostro como símbolo de obediencia. I. El propósito de humillarnos ante Dios 1.  Obediencia:   Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericor